PELLETS

En plena tormenta de la reforma eléctrica hay un tipo de biocombustible que, sin prisa pero sin pausa, se está haciendo con su trocito del pastel. Son los 'pellets', un pequeño conglomerado de entre dos y tres centímetros, a base de serrín prensado de madera, que se ha convertido en la alternativa más ecológica a la hora de generar energía térmica.
Y
si crece la demanda, también aumenta el número de productores. "Ha crecido
tanto el número de fábricas como
su tamaño. Nosotros somos responsables de certificar que cumplan una serie de
requisitos de producción a través del certificado ENplus. Por
ejemplo, comprobamos que utilizan madera virgen sin ningún tipo de tratamiento.
Hace tres años, en 2011, sólo había cuatro fábricas. El pasado año llegamos a
14 factorías y este año se van a certificar otras dos o tres", indica Rodero.
En total, en España hay alrededor de una treintena de empresas dedicadas a la
fabricación de pellets. Un negocio al que, además,
hay que sumar alrededor de 50 o 60 distribuidores, algunos de muy pequeño
tamaño.
"El boom de los 'pellets' era cuestión de tiempo porque ya estaban en el resto de Europa. Llegamos con retraso", asegura José Luis Hernández, de Clean Forest, distribuidor mayorista de pellets. "En los países del centro de Europa predominan las calderas, sin embargo en España, Francia o Italia predominan las estufas porque son baratas; y eso es fundamental, sobre todo, en plena crisis". Italia es, precisamente, el modelo a seguir. Allí, según las estadísticas de Avebiom, ya se comercializan cerca de dos toneladas de pellets. "En nuestro país aún nos quedan tres o cuatro años de crecimiento y, después, de consolidación", concluye el empresario burgalés.